Somos uno. Solo uno. 
Individuos. Rodeados de otros... Pero uno al fin. 
Somos uno andando en un Universo lleno de cosas.
Cosas con las que estamos conectados
Y sin las cuales no podríamos vivir. 
No podríamos vivir sin las plantas, sin los animales,
sin los minerales.
No podríamos vivir sin aire, ni sin agua.
Y así como andamos conectados con esas cosas
para Respirar, Alimentarnos o Curarnos,
También estamos conectados con otras personas.
Y esas personas nos marcan y se ven reflejadas
en las cosas que hacemos y que creamos. 
No podríamos vivir solos... Aunque somos Uno. 
Elegí La pasiflora como un ejemplo de las conexiones. 
Con la naturaleza, con el universo... pero también
con los vínculos y las personas que nos rodean. 
La pasiflora es conocida como la planta de la pasión.
Quizás por su belleza súper exótica, por su combinación
de colores llamativos o por sus propiedades sedantes
y relajantes. La Pasiflora se abre paso, crece, busca
la luz allá arriba y el agua con sus raíces. Se abraza
a un árbol o se apoya en una pared.
Se acerca, se aleja, se tuerce, a veces se enrosca
un poco. Se ablanda o endurece según lo necesite.
Y Florece cuando llega la primavera.
Igual q la Pasi, nosotros buscamos, en nuestro entorno,
en nuestros vínculos y en nuestros ámbitos, contención,
apoyo, belleza, alegría, medicina y tranquilidad.
Para alimentarnos, para crecer, Para Florecer cuando
llegue el momento... Y sobre todo para reconocer
que, al final, todxs Somos Uno. N.C.
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